Entrevista con Yoshio Kuroiwa Shihan (I)

Publicado el 28/01/2015 por Alejandro Villanueva en Historia // 1 comentario

Los practicantes de Aikido estamos acostumbrados a escuchar hablar de grandes figuras, que entrenaron antes o después de la Guerra Mundial con O Sensei, y que acabaron siendo auténticas referencias por todos conocidas. Estamos hablando de gente como Shioda, Tomiki, Shirata, Mochizuki, Saito, Tohei, Tamura, Yamada, Tada o Yamaguchi. Sin embargo, hay también una serie de figuras que también entrenaron con Ueshiba, o con su hijo, y que entrenaron toda su vida Aikido, llegando a ser figuras importantes aunque sin tanta fama en Occidente. Una de estas figuras es Yoshio Kuroiwa, famoso por su pasado como boxeador, y que introdujo en su Aikido movimientos y tácticas procedentes de esta disciplina.

A continuación os traemos la primera parte de una entrevista con este shihan, traducida por Chris Li en Aikido Sangenkai, y que ahora os traducimos nosotros al castellano. Sin duda, un testimonio muy interesante, y poco conocido, de cómo era el Aikido en el Hombu Dojo en la época de posguerra.

Entrevista con Yoshio Kuroiwa, parte I

El boxeador – Yoshio Kuriowa (黒岩洋志雄), 1932-2010

Yoshio Kuroiwa Sensei fue uno de los estudiantes más originales e innovadores en la posguerra del Aikikai Hombu Dojo, integrando a menudo los movimientos de su amplio conocimiento del boxeo en su Aikido. Uno de los practicantes más fuertes en la posguerra, su reputación llevó a un intento de Gozo Shioda para reclutarlo en el Yoshinkan. A pesar de que al final rechazó la oferta de Shioda, también rechazó todas las promociones de rango en el Aikikai a partir del sexto dan y se distanció poco a poco de la organización después de la muerte de Morihei Ueshiba.

Participó en la primera demostración del Aikido Friendship de Aikido Journal, junto con Kanshu Sunadomari, Mitsugi Saotome, Morihiro Saito, Shoji Nishio y Yasuo Kobayashi, y publicó dos artículos en la revista Aikido Journal: «Formación y Cognición» y «Una mirada de Sentido Común del Aikido».

Si estás interesado en Kuroiwa Sensei es posible también leer el tributo de Ellis Amdur en AikiWeb («En memoria de Kuroiwa Yoshio»). En una entrevista separada Ellis también habló sobre algunos de sus recuerdos de Kuroiwa Sensei:

“ Me gustó especialmente Kuroiwa Yoshio Sensei. Él comenzó a entrenar alrededor de 1954. Tuvo durante seis meses como sempai a Kato Hiroshi Sensei, que le rompió el brazo en la primera clase (risas). Kuroiwa Sensei me dijo que la madre de Kato Sensei lo arrastró por la oreja a su casa a pedir disculpas a su madre. Kuroiwa Sensei era un hombre interesante; después de la Segunda Guerra Mundial, hubo un retorno a la normalidad y el boxeo volvió a resurgir. Probablemente luchó más de 200 combates sin clases de peso. A diferencia de muchos de los estudiantes que se convirtieron en Shihan en el Hombu, él no era un burgués de clase media, que venía de Asakusabashi, en el centro de Tokio. Era un chico duro y tuvo esa clase de rabia que los niños pobres tienen a veces. Solía pasear y buscar pelea con estudiantes de secundaria de aspecto fuerte o con estudiantes universitarios, derrotarlos, y robar sus credenciales escolares como trofeos. Empezó en el Aikido cuando se dio cuenta de que ese camino probablemente no eran el mejor para su propia seguridad, con la esperanza de que Ueshiba Sensei podría ayudarlo a enderezarse a sí mismo. La especificidad de su práctica era que vincula todas sus técnicas al boxeo, no en términos de golpear, pero poniendo todas las técnicas de Aikido en un marco de ganchos o uppercuts, nunca extendiendo los brazos, todo en una espiral en un marco en forma de ocho. Durante mi práctica de Aikido, él fue mi principal influencia.”

Esta es la primera parte de dos de una entrevista con Yoshio Kuroiwa que fue publicada originalmente en la edición de enero de 2006, de Gekkan Hiden (月刊 秘 伝 / «Secreto Enseñanzas Mensual»), una revista de artes marciales conocida en Japón.

Esta entrevista se publicó también en una colección de entrevistas con estudiantes del Fundador publicados en japonés como 開 祖 の 横 顔 («Perfiles del Fundador») en 2009.

Entrevista con el Aikido Shihan Yoshio Kuroiwa – Parte 1

La estimulante sensación de un pegador.

P: Usted fue originalmente un boxeador, ¿cómo empezó en el boxeo?

R: Bueno, ninguno de mis motivos eran virtuosos. (risas) En la época de mi segundo año en la escuela secundaria tres matones me llevaron a un callejón en Jimbo-cho. Justo cuando pensaba «Ups, estoy en problemas» el chico que estaba delante de mí se volvió para pegarme y se llevaron mi dinero. Me enojé y pensé: «¡No importa cómo, se lo voy a hacer pagar!», así que recorté una tsuba de Kendo y me hice unos puños americanos. Cuando pienso en ello ahora me pregunto por qué lo hice. (risas) Estuve dando vueltas alrededor de la zona donde me robaron el dinero, y después de unos tres días los mismos chicos se acercaron y dijeron: «¡Tú, ven aquí!». Me llevaron por ese mismo callejón! Pensé «¡es el momento!» y me coloqué los nudillos de bronce en el bolsillo mientras caminaba. Cuando se dieron la vuelta esta vez yo les di un golpe, el chico de delante se tambaleó y cayó justo encima y los otros dos chicos entraron en pánico. No había nada tan estimulante como el sentimiento de ese golpe. (risas) No podía olvidar esa sensación, así que terminó anotándome a un gimnasio de boxeo.

P: ¿Fue eso estimulante? (risas)

R: Sí, incluso ahora, después de que hayan pasado sesenta años y sólo recuerde fragmentos sueltos. (risas)

P: ¿Tuvo dificultades después de anotarse al gimnasio de boxeo?

R: Por supuesto, una vez que se aprende vienen las ganas de empezar a usarlo (riendo). En aquel tiempo había vendedores ambulantes bordeando ambos lados de Ginza Dori, de Kyobashi a Shinbashi Nana-chome. Había un montón de diferentes tipos de personas caminando por ahí, estudiantes universitarios desaliñados y otros. Cuando mirabas ese tipo de gente en la cara te decían «¿¡Qué XXX estás mirando!?». Cuando eso sucedía me ponía los guantes de cuero fino que llevaba conmigo y les seguía el juego.

P: ¿Así que los rematabas allí mismo? (risas)

R: Todos ellos caían de un solo golpe. (risas)

P: ¿Lo hacías con un golpe cruzado desde la derecha?

R: No, era con un gancho corto a la izquierda. Eso era así porque cuando hablo de pelear estoy hablando de combates a corta distancia. Un breve golpe de la mano principal era lo mejor.

P: Oyama (Masatatsu) Sensei (大 山 倍 達, Fundador de Kyokushin Karate) también dijo: «En la pelea se trata de un golpe corto», que es lo mismo, ¿no?

R: ¿Es eso cierto? (risas) yo era estúpido en ese entonces, así que me gustaba recoger trofeos de cada uno de los que derrotaba. ¡Recogí muchos! (risas)

¿Es el Aikido una mezcla entre karate y judo?

P: ¿Cuál fue su razón para comenzar en el Aikido?

R: No fue virtuosa, tampoco. Yo estaba montando en bicicleta en la época en que me gradué de la escuela secundaria cuando una bicicleta con sidecar que pertenecía a una tienda de cañas de bambú salió desde el lado, y uno de los postes de bambú se clavó en la rueda delantera de la bicicleta. Por culpa de eso caí hacia delante con mi bicicleta. Los testigos se reunieron al instante (fueron los que se dieron más prisa), yo era la parte perjudicada, pero el otro tipo tenía una idea equivocada del asunto. Se pavoneó delante de mí y me agarró por el cuello y me dijo «¿!A dónde estabas mirando idiota !?». Fue entonces cuando usé mis puños y le di un golpe que cayó al suelo, y luego vino la policía y me detuvo. (risas)

P: (riendo)

R: Gracias a Dios, la gente que estaba allí testificó que había sido culpa de la vara de la tienda de bambú, por lo que todo de alguna manera salió bien. Por supuesto, el otro tipo estaba cubierto de sangre, por lo que al final tuve que pagar sus gastos médicos. Entonces pensé «Tengo que encontrar una manera de derrotar a un oponente sin golpearle», y como yo estaba pensando en cosas como Judo me encontré con un artículo de periódico que hablaba del Aikido. En el artículo se dice que el Aikido era «un cruce entre el Karate y Judo», y pensé «¡eso es!». (risas)

P: (risas) ¿Qué pasó con el boxeo, entonces?

R: Para entonces había dañado mi vista, así que ya había dejado el boxeo. En ese momento había que tener una carta de presentación para comenzar a practicar Aikido, así que el reportero del Mainichi Housou (毎 日 放送) que era el autor del artículo me dijo «ve y di que vas de mi parte», y que así fue la primera vez que fui a echar un vistazo. Como acotación al margen, yo ya era consciente del nombre «Aikido» en ese momento. Se había publicado un pequeño anuncio de un seminario de Aikido en el Yomiuri Shimbun (読 売 新聞) en el año 23 de Showa (1948). Dudaba si ir o no al seminario, pero al final no fui. Realmente no sabía lo que era entonces el Aikido, así que pensé que debía haber algún tipo de Kiaijutsu. Debería haber comenzado en aquel entonces. (risas)

P: ¿Te acuerdas de la primera vez que fuiste al dojo?

R: Me acuerdo. Fui después del almuerzo, así que no había nadie. Cuando llamé con un «Disculpe …» una persona salió gritando «¿¡Qué es lo pasa!?» con una voz espantosa. Cuando dije «Me gustaría ser un estudiante», dijo «¿Sabes lo que es el Aikido?». Luego, cuando dije: «Es algo así como un cruce entre el Karate y Judo» se enfadó. (risas) Me hicieron sentarme en seiza en el lado del dojo donde colgaron el keikogi y me dieron una conferencia durante aproximadamente una hora («Aikido conecta el Cielo y la Tierra …», y todo eso. Yo no podía entender nada en absoluto). Era Sadateru Arikawa Sensei (有 川 定 輝).

Aikikai Hombu Dojo en 1959 – De derecha a izquierda: Morihei Ueshiba O-Sensei, Kisshomaru Ueshiba, Nobuyoshi Tamura, Masamichi Noro, Yoshio Kuroiwa, Kazuo Chiba

Respuestas especiales para dojo yaburi

P: ¿Quién practicaba en el dojo en ese momento?

R: No había mucha gente allí. Las personas principales eran Shigenobu Okumura (奥 村 繁 信), Koichi Tohei (藤 平光 一), Kisaburo Osawa (大 澤 喜 三郎), Sadateru Arikawa (有 川 定 輝), Seigo Yamaguchi (山口 清 吾), Shoji Nishio (西 尾 昭 二), Hiroshi Kato (加藤 弘) y Nobuyoshi Tamura (田村 信 喜).

P: ¿Había algunos personajes distinguidos, no? He oído que en ese momento usted refinó muchas técnicas para dojo yaburi. ¿Hicieron lo mismo otros instructores?

R: Sí, lo hicieron. Después de todo, era una época en cierta manera brutal. Teníamos un lema que rezaba «No importa quién venga, protegeremos el nombre de nuestro dojo». Noro (Masamichi) san (ahora jefe del «Ki no Michi» en París) decía: «Cuando agarres su muñeca aplástalo ahí mismo», y solía blandir una barra de hierro de 10 kg (solía romper una mano una vez al mes). Tada Sensei blandía un jo octogonal del dojo con una mano. Alguien llegó a decir que «muerdan el polvo y no tengan escapatoria, aunque caigan rayos». (risas)

Yoshio Kuroiwa, koshi-nage

P: ¿Y había proyecciones dejando caer a la gente sobre su cabeza?

R: Eso es correcto. Porque de nada sirve tirarlos si se levantan de nuevo. Pensé que dejarlos caer sobre sus cabezas sería la mejor manera de dañarlos. Al final, sin embargo, no lo usé ni una sola vez. Una parte de mí se siente bien acerca de eso, y una parte de mí se arrepiente. Mientras yo estaba entrenando me preguntaba cosas como «Si alguien realmente viene (para desafiar al dojo) ¿voy a ser capaz de usarlo?». También existe la posibilidad de que uno fuese derrotado.

P: ¿Entonces una parte de usted también estaba asustada?

R: ¡Era aterrador! Daba miedo, pero uno no podía huir. Así era entonces. Es por esto que las personas que comenzaron entonces nunca se daban por vencidos, su actitud mental era diferente. Teníamos el sentimiento de «¡Debemos proteger el dojo y hacer que crezca!». Por cierto, la gente que comenzó después no tenía la misma sensación de peligro inminente, por lo que un porcentaje de ellos acabó dejándolo.